El único soporte con el que cuentan los senos es la piel y los ligamentos del escote, por eso y para evitar su estiramiento, es recomendable el uso de prendas apropiadas en cada momento, aunque no siempre lo hacemos por motivos de coquetería. El sujetador, cumple, además, otras funciones, tanto de salud, como de estética y de confort. Por eso, en sentido estricto, no hay sujetadores inadecuados en sí mismos, pero unos sujetadores son más aptos que otros para cumplir determinadas funciones y no todos se adaptan a todas del mismo modo, siempre dependerá de la talla, edad o a las necesidades concretas de cada momento o vestimenta con la que queramos utilizarlo.
Existen sujetadores que embellecen el pecho, pero no son cómodos, o fuerzan la posición de las mamas y su piel, comprimiéndola, o estirándola. Otros sujetadores, por su estructura son incómodos porque oprimen o producen rozaduras en la piel y agotamiento por exceso de roce de los nervios intercostales. Otros, resultan cómodos pero son poco estéticos, o no pueden usarse en determinadas circunstancias .
Por todo ello, conviene pensar primero qué esperamos de un sujetador, para deducir si cumplirá con su función y después buscar el más adecuado. Son pocos los sujetadores que cumplen con todos los requisitos a la vez, como la comodidad en el uso, la estética, y, además, la capacidad para cumplir funciones de cuidado y conservación del pecho.
Por ese motivo, se inventó Pillow Bra, una combinación de tecnología, estética y materiales pensados especialmente para cuidar de tu pecho y su piel, de forma cómoda y estética. ¿Aún no lo has probado? Anímate, cuando lo hagas ¡no podrás pasar sin él!
