Hoy, nuestras agendas están totalmente llenas: compromisos, actos sociales, cócteles, tareas, familia, gestiones diversas, cenas con amigos, viajes y generalmente y en último lugar: ¿Chequeo!. Priorizas todo menos a tí misma, sin ser conscientes de que tú eres lo más importante, la reinas del tablero y que sin tí no hay partida. Y así van pasando los días, semanas y meses … hasta que de pronto alguien nos dice que tienes que parar. Y tú mundo se colapsa y te dices que eso les pasa a otros !A tí NO!
Por ello, regálate 10 minutos y modifica tú agenda; ellos te lo agradecerán y tú … tú podrás seguir llenando tú agenda.
España es uno de los países que goza de los niveles más bajos de mortalidad en cuanto al cáncer de mama se refiere. Aún así, se registran unos 22.000 casos al año y sigue aumentando entre un 1-2% anualmente, quizás debido a nuestra mayor esperanza de vida.
Afortunadamente y a pesar de encontrarse entre los cánceres más malignos que padecemos las mujeres, es de los pocos que se pueden detectar antes de padecer síntoma alguno, lo que hace que todas y cada una de nosotras debamos mantener una rutina obligatoria mensual de auto exploración y una visista anual a nuestro especialista; pues aunque con la autoexploración sólo se llegan a detectar menos del 50% de los casos, es la mamografía con la que se detectan el 90% de ellos, incluso en su etapa inicial. Recuerda que las posibilidades de curación del cáncer de mama que se detectan en su etapa inicial (in situ) son prácticamente del 100%.
El momento óptimo para realizar la exploración, son los 5 – 8 días posteriores al período de la menstruación y en el caso de que ya se te haya retirado, debes de establecer un día fijo para realizarlo, como puede ser el primer día de cada mes. Date cuentea de que al realizarlo todos los meses, aprenderás a conocer tús pechos y por lo tanto a detectar de forma inmediata cualquier cambio que en ellos se produzca.
Comienza la exploración, colocándote frente al espejo con los hombros rectos y las manos estiradas a lo largo de las caderas. Fíjate si se forman hendiduras en las formas de los senos o aprecias cambios en el color de la piel (mirar gráfico de la foto adjunta). Observa el pezón, si se hunde hacia adentro u otra dirección o si descarga algún tipo de sustancia (diferente de la leche) presionándolo directamente.
“Para localizar las lesiones de la mama, el pecho se divide en 4 cuadrantes, siendo el superior externo el que concentra el 50% de los nódulos cancerosos debido a que casi todo el tejido glandular se encuentra localizado en él, prolongándose hacia la axila, por lo que debes de extender la palpación en todo el área cercana a esta, presionando contra la pared torácica. (En la imagen se indican los porcentajes de desarrollo de la enfermedad por secciones). El 17% corresponde a la sección central a pezón.
Realiza la misma operación pero ahora con las manos apoyadas en las caderas, en posición normal, llevando los hombros hacia atras y hacia adelante.
Levanta los brazos y comprueba si el movimiento de los senos es similar o si se mueven de forma inusual o parecen como estar pegados.
A continuación, levanta el brazo derecho por encima de la cabeza y con la mano izquierda palpa tus senos (utiliza los tres dedos centrales), y analiza si la estructura de tú pecho presenta algún bulto. Ejecuta los movimientos como se indica en los gráficos. Una vez termines con el lado derecho, realiza la misma operación con el izquierdo.
Ahora acuestate y colocando una almohada debajo del hombro derecho y con el brazo levantado por encima de la cabeza, realiza una palpación circular comenzando en la zona del pezón, ampliando poquito a poco el circulo. Puedes complementar el examen deslizando los dedos verticalmente de abajo hacia arriba. Repetir con el lado izquierdo.
Algunas mujeres prefieren realizar la exploración cuando están en la ducha, pues la aplicación de aceites hidratantes facilita la misma. Yo personalment me cubro con una pieza muy fina de seda o lycra, lo que facilita el deslizamiento de los dedos y la percepción de cualquier anomalía.
Por último a pesar de habernos extendido más de lo habitual, a pesar de que el rango de edad menos expuesto a la enfermedad es la adolescencia, es conveniente que las jóvenes adopten este hábito cuanto antes.